Este taxi que duerme siesta en un mediodía de Maracaibo promociona en sus flancos la urbanización de Bella Vista, una de las más refinadas de la segunda ciudad venezolana.
Sin duda, en ese estado no es nada bello, ni creo que haga demasiados méritos por dejar una imagen deseable del elegante vecindario.
En cambio, en Colombia, durante el viaje dormí en una ciudad a la que le tenía mucha idea de antemano, sólo por portación de nombre: Riosucio, en Caldas. Y resulta que terminó siendo un lugar bastante limpio y amable.
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